Demasiadas pesadillas, demasiado insomnio, demasiadas sombras de noche... demasiado vértigo.
Y sin embargo de día todo es claro, todo son tus ojos, todo es el cristal de tus pupilas. Y a través de tu piel clara, a penas un boceto desde el que se transparenta el papel, observo tu latido, tu corazón y tu alma.
Lejos queda el silencio opaco de aquellas noches que empañándome me dejaba muerta, y no era yo, y todo era gris y ausente...todo era ausencia de todo, pues no había nada.
¿Qué brazos tan largos? ¿Para qué son?
ResponderEliminarBueno, respecto a las palabras. Es imposible vivir sin pesadillas, (del insomnio no hablo, porque podría escribir una tesis), y para vértigo, el de los campanarios.
Estamos siempre encerrados en un lugar del que es imposible escapar. Ya lo decían los Blur, "Dios sabe que no vamos a poder escapar de las nubes". De las nubes, o de lo que sea que nos tenga en vilo en un momento dado. Pero siempre, al día siguiente, pese a quien pese, vuelve a salir el sol. Y, si sale el sol, todo se olvida, las pesadillas y las sombras, el dolor y los sabores amargos, y cualquier cosa...
http://www.youtube.com/watch?v=W886FHFJF-4
Y respecto a lo del último párrafo, de lo que éramos y lo que somos, eso, hay veces que no lo podemos elegir. Ya lo decía el que cantaba la última, el gran George Harrison: "Prefiero ser un exbeatle a ser un nazi, aunque prefiero ser un exnada".
Ciao!!!
Con la luz de la mañana,las cosas se ven con más optimismo.Te lo digo yo que de eso entiendo.Créeme.
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