24 junio 2010

Sesiones de evaluación


Cruzo el pasillo, subo las escaleras, tomo asiento. Ella me mira a lo lejos y me sonríe: "¡Qué guapa estás!"- me dice vocalizando sin que ni el más mínimo sonido salga de su boca. Le devuelvo el piropo lanzándole un disimulado beso en la distancia.
Él me hace un leve gesto de complicidad a través de una señal en su mirada, me observa de arriba a abajo buscando algo en mi indumentaria con lo que poder hacer una broma irónica y cariñosa.
Al otro lado la autoridad, el gritón de turno, el que todo lo sabe, la que se abanica muerta de calor, el que protesta, la que se estira el pelo, aquel que no levanta la cabeza de su ordenador, la despistada, el impaciente, el inoportuno, la generosa. Entre ellos el que siempre escucha, atento, alerta, paciente, despierto. Me mira de vez en cuando, sonriendo a la vez, observa lo que dibujo para dedicarme un: "Deja de hacer chorradas ( se refiere a mis dibujos), no estás en lo que tienes que estar"- me regaña con cariño. También con cariño e ironía le recuerdo que soy mujer y que estoy preparada y capacitada para hacer dos cosas a la vez,jeje. Se ríe, me saca la lengua en gesto de burla y continuamos con el siguiente de la lista. Junto a ti el que toma notas, la que va de vacío, el que cuenta los chismes, la que asiente aburrida, el trabajador incansable y los que esperan ansiosos el descanso para dar rienda suelta a sus vicios.

Y muy cerca, justo a mi lado, tú. Tú que me mantienes una distancia grandísima, un disimulo casi exagerado...trabajas, escuchas, con seriedad, con calma, con interés y vocación, porque crees, confías y sientes este trabajo como algo intrínseco a ti. Pero en un descuido giras el rostro a tu derecha y me miras, se acabó la distancia- "disimula ahora si puedes"- estás tan cerca como siempre.
(Sesiones de evaluación, (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia))

13 junio 2010

La luna que dejaste en mi colchón


Uno fue la luna que dejaste en mi colchón, dos tus ojos. 
Tres de cuatro barcos naufragaron en la forma de tus modos. 
Cinco las mañanas esperando a que volvieras del trabajo 
y seis canciones llevo sin dejarte de querer y aún no he acabado. 
Siete los hoteles que dejamos sin aliento, y menos solos 
Ocho vinos duelen al soñarte, equivocada en brazos de otro. 
Nueve teclas grises de un piano de pared desafinado, 
y cinco dedos con mis otros cinco te recuerdan demasiado. 
Con todo para ti nada a mi lado. 
     Si quieres, te ayudo a subir bolsas del mercado
      Si quieres, hacemos el verano algo mas largo 
     Si quieres, nos quitamos la ropa y leemos algo 
     Que la luna siempre llena de tus besos. 
Once taxis libres enfadados, mientras tú y yo de la mano. 
Doce los reclutas que pasaron por tu campo concentrado. 
Trece buena suerte si es que pasas sin maletas por mi barrio 
y puede que el catorce de febrero se nos junte con los labios. 
Con todo para ti nada a mi lado.
Números cardinales. Andrés Suárez
http://www.youtube.com/watch?v=DOgIPbkKtTw 

02 junio 2010

Ojalá que tu sueño custodie el futuro

A veces recuerdo tu imagen desnuda en la noche vacía,

tu cuerpo sin peso se abre y abrazo mi propia mentira.

Así me reanuda la sangre tensando la carne dormida,

mis dedos aprietan, amantes, un hondo compás de caricias.

Dentro

me quemo por ti, me vierto sin ti

y nace un muerto.

Mi mano ahuyentó soledades tomando tu forma precisa,

la piel que te hice en el aire recibe un temblor de semilla.

Un quieto cansancio me esparce, tu imagen se borra en seguida,

me llena una ausencia de hambre y un dulce calor de saliva.

Dentro...

Luis Eduardo Aute